martes, 29 de enero de 2008

De relojes y relójicos

"...ni que lo digas, querida! Cuando yo era un gurrumín, nada de remedios istantánios ni cosas automáticas, habráse visto! Había que tener una paciencia budística y darle su tiempo a todo... Si me acuerdo que, hasta mirá lo que te digo, los borregos no podíamos hablar cuando no se debía.. me acuerdo la vez que a mi hermano Paco, quenpazdescanse, se le ocurrió hablar en la mesa para decir que a la nona se le había caído la dentadura, ja! y era cierto, pero que chirlo que se ligó. Ah noooo.... si eran otras épocas. Hoy día la gente se enoja si se le rompe el control remoto vió.. pero yo con mis noventa pirulos lo que puedo decirle es que a veces hay que resignarse a algunas cositas que manda la vida, no se puede controlar todo, qué va.. Pero bueno, no se quede perdiendo su tiempo precioso con un viejo como yo, m´hijita.. son 50 guita... vaya con dios."

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Comento éste por todos los demás.
Las descrpiciones me gustan, pero yo no los llamaría cuentos, a mi entender son descripciones poeticas de situaciones, pero no hay un conflicto y una resolucion, no hay una historia concreta.
No por eso deja de ser entretenido o artistico, pero intuyo que el autor tiene poca paciencia para desarrollar una trama más extensa y concreta, o que le rompe las bolas leer cosas largas y por eso escribe situaciones cortas.
Me parecen todas buenas introducciones de relatos inconclusos.

Anónimo dijo...

me encanto este...en particular.Muy lindo de verdad.
(La mama de los mas lindos)..